La selva amazônica me albergo durante dos semanas, regalándome su clima, su comida y la compañía de sus aves. Desde el avión pude observar la inmensurable alfombra verde que solo era cortada por el rio Amazonas y el rio Negro.


Vista desde lo alto

Las aves ganaron protagonismo desde el primer día con el XXII Congresso Brasileiro de Ornitologia y el X Congresso Neotropical de Ornitologia (http://noc-cbo2015.com.br/). Fue un honor asistir a las exposiciones de tantos científicos renombrados y saber que existen tantas personas que gustan de las aves, que están trabajando desde su rincón en el mundo, descubriendo un poco más sobre ellas.

Mientras en el hotel discutíamos sobre los trabajos, las aves estaban afuera en su rutina diaria, cada canto era diferente y luego, pensándolo bien, todas las especies estaban restringidas a ese lado del mundo, ese fue un pensamiento muy extraño, pero cierto. En el patio del hotel encontré a Cacicus cela, en medio de sus nidos, también escuche cantar un Turdus bien diferente y una especie muy común fue Thraupis palmarum.



Cacicus cela
Aratinga leucophthalmus


El grupo de mi Universidad organizo un viaje y un ómnibus pequeño nos llevó a conocer el Parque Nacional de Anavilhanas, donde nos esperaron los botos, ellos nadaban debajo nuestro sin que nosotros siquiera nos percatáramos de su presencia. Mientras tanto, en la superficie el rio Negro nos condujo a unos senderos peculiares, senderos que el rio cruza en medio de la selva y que recorrimos en barco. El bosque parecía pequeño, tal vez una decepción para algunos, que esperabamos caer de espaldas solo contemplando la Amazônia, pero lo que parecía pequeño en altura, la verdad era la copa de los árboles, porque el bosque quedaba sumergido 15 metros bajo el agua.


Mapa del Parque Nacional de Anavilhanas


Una casa flotante (igarape) de color rosa fue el siguiente punto obligatorio. En su patio inundado se encontraban las criaturas más fantásticas que ya conocí, unos delfines rosados de agua dulce conocidos como botos.





Sendero de aguas negras

Manaus, es una ciudad marcada por las aguas de dos grandes ríos, el rio Negro y el río Solimões, que en su conjunción dan origen al rio Amazonas, el rio más grande del mundo. Si a esto sumamos el clima, el resultado da origen a una de las áreas más ricas en biodiversidad del mundo.


Pitangus sulphuratus cazando insectos en el rio Negro


Variedad de semillas en las playas de Manaus


Encontro das aguas de los rios Negro y Solimões 

Después de una semana conociendo gente de todo el mundo y escuchando trabajos de investigación en español, inglés y portugués, la selva me invito a visitar sus entrañas. Fue así que pase una semana en Campo 41 realizando el IV Curso de Anillamiento y Muda. Es un verdadero campamento en medio de la floresta amazonica, solo un sendero estrecho es la entrada, un sendero apenas abierto lo suficiente para una fila india de personas, con una arena arcillosa y mojada que captaba toda la atención para mantener el equilibrio. Alli permanecimos más o menos 30 personas durante una semana, en cuatro construcciones de madera sin paredes y durmiendo en hamacas. La mezcla cultural y la pasión por las aves unió a America esos dias, estabamos estudiantes de Mexico, Colombia, Peru, Bolivia, Paraguay, Argentina, cada uno de ellos con una historia por detrás.


El bosque se extendia verticalmente sin mucha estratificacion, asi, algunas aves permanecian bien alto cantando, en cuanto otras caian en nuestras redes, en el estrato medio y bajo del bosque. El dia permanecia húmedo lo suficiente para hacernos sudar a lo largo de las horas, pero el bosque se comporto como un aislante termico para contener el calor. Es la época de la seca, por eso las mañanas eran soleadas, con el sol muy caliente, sin embargo, la evapotraspiracion de las hojas que estimuladas por el calor, hacia que lloviese todas las tardes y en la madrugada, con un cielo sin nubes, despejado, llovia solo con las gotas de agua acumulada en las hojas.



Mesa del anillador



La premisa era despertar antes que las aves  y sorprenderlas. Después siguieron las técnicas de colocación de las redes, los nudos y por supuesto el anillamiento y la muda.

Todos los dias eramos cuatro personas alrededor de la mesa del anillador, con los instructores cuidando cautelosamente que siguieramos todas las reglas, cada uno esperando su turno para tener un ave en las manos. "Un ave en las manos", como si fuese el nombre de una pelicula de ciencia ficción, donde colocabamos un rastreador a cada una para que la siguiente oportunidad que esta misma ave fuera recapturada, pudiesemos seguir su ciclo de muda y lograriamos entender como funciona esa metamorfosis entre ser juvenil y adulto.


Willisornis poecilinotus


Subespecies de aves del Norte de America del Sur.


El curso cambio mi perspectiva de estudiar aves, ahora no las veo igual, parecería que he despertado de un letargo y ahora las mismas aves son diferentes. La Amazônia lo cambio todo, tal vez fue su salvaje compañía, o sus pendientes que me sacaban el aire, o casi estoy segura que mucha culpa la tienen sus aves que pude apreciar en mis manos.


Pithys albifrons


Redes de niebla, nudos, estacas


Sarcoramphus papa


Cathartes melambrotos